El momento del desayuno

Poquito a poquito vamos acostumbrándonos a la rutina del cole y a las actividades diarias.

El momento de más autonomía es el del desayuno, con su mantelito y todo:

El monito Gugu

La primera semana con horario completo ha estado lleno de actividades, canciones, juegos, cuentos... y sorpresas.

Cuando llegamos el lunes nos encontramos sentado en el corcho donde hacemos la asamblea a un personaje, que se convertiría, a lo largo de los días en nuestro amigo inseparable. Se llama Gugu pero... ¿algo le pasa? ¿qué tiene en la cara seño?

Es que a Gugu le pasa algo parecido a lo que le pasa a mis niños y mis niñas; que echa de menos a su mamá. 

Así que les conté su historia.

¡Pobrecito!, decían todos y todas con penita.

Durante toda la semana hemos ido buscando cosas que le hagan cambiar esa carita y se ponga contento de estar con nosotr@s: le hemos abrazado, besado, cantado canciones, hecho cosquillas, llevado de paseo... (todo lo que a mis niñ@s se les ocurría).

También le cantábamos su canción:

Pero no siempre conseguíamos animarlo. Pasa como a nosotr@s que unas veces estamos contentos y otras tristes, mirad:

Sin embargo, de tanto insistir y de hacer cosas divertidas, hemos alejado la pena y nos hemos quedado con la alegría y el cariño de todos y de todas.

Para que no se nos olvide hemos hecho un trabajo en equipo que hemos colgado en el pasillo.

¡ES PRECIOSO!

Comenzó nuestro camino...

¡Ya tengo en mi clase a mis nuevos niños y niñas!

La mayoría llegaron con miedo, algunos muy alegres e ilusionados y otros no tanto pero día a día, en nuestro periodo de adaptación, y gracias a la colaboración de las familias hemos visto el cole y la seño Victoria como algo cotidiano en sus vidas que les aporta bienestar y alegría.

Durante estos diez días hemos empezado a trabajar en las rutinas diarias de trabajo y aseo, en los juegos y en otras muchas cosas...

Mis niños y mis niñas han explorado los juguetes de los rincones,

han jugado en el patio con las motos y con l@s amiguit@s,

han pintado con tiza,

y a partir de ahora nos quedan muchas aventuras y momentos inolvidables.