Con todas las cosas que hemos aprendido estos días sobre el mar mis niños y niñas cada vez están más y más sensibilizados con los animales marinos.
Pero no todo es tan ideal ni tan divertido como poesías, cuentos o canciones. La realidad tiene otros matices.
Cada foto, cada animal, cada situación la hemos analizado en clase entre tod@s.
Me ha sorprendido la madurez con que mis niños y niñas han afrontado estas imágenes, se han puesto en el lugar de los animales, han buscado el origen del problema y le han dado soluciones. La pudieron vivenciar en esta dramatización:
Ell@s lo tienen muy claro, la basura hay que echarla en las papeleras y después hay que intentar hacer algo con ella para que no llegue al mar...
¡SI TODAS LAS PERSONAS PENSARAN LO MISMO!
Así que nos pusimos manos a la obra y jugamos a recoger y ordenar las basuras, de mentirijillas. Cada una de ellas tiene que ir a su contenedor correspondiente
y luego vendrá el camión y se las llevará a las fábricas donde volverán a fabricar envases o productos nuevos.
Aunque parezca un juego, desde este momento vamos a poner nuestro granito de arena para ayudar a los animales marinos, al mar, al medio ambiente y a nosotr@s mism@s. Hemos instalado en clase tres basuras donde clasificaremos nuestras basuras para reciclar.
Y además, tendremos un juego en el rincón de los cuentos para que podamos practicar con otras basuras que no generamos en la clase.
Sería estupendo continuar esta labor en casa y el resto de sus vidas...
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