Ya visitamos los edificios que nos dejaron los ingleses hace unos años cuando crearon nuestro pueblo. Pero, ¿cómo es la ciudad de donde vinieron?, ¿cómo es Londres?
Hicimos un juego donde dramatizamos nuestro viaje.
Cogimos nuestra maleta,
cerramos muy bien nuestra casa de Corrales y esperamos a que viniera un coche de caballos a recogernos. El caballo estaba un poquito despistado porque se paraba muy a menudo:
"¿ya estamos en la estación del ferrocarril?"...no, seño, todavía estamos en la iglesia.
Al poco rato, nos paró en el cinema, luego en la oficina de pagos y así hasta que al final, por fin, nos dejó en la estación.
En la puerta había un guardia que nos pidió el pasaporte.
El tren empezó a andar al son de la canción de Teresa Rabal, que fuimos cantando por todo el cole.
Por el camino teníamos que buscar seis pistas de cosas inglesas, a las que teníamos que fotografiar.
Al fin aparecieron todas y llegamos a la estación londinense.
Nos bajamos del tren y empezamos a ver edificios importantes, aunque sus nombres eran muy difíciles, su bandera, y más cosas interesantes que hemos ido guardando en nuestra maleta.
Lo más conocido de los ingleses es tomar el té con pastas a las cinco en punto. ¡Qué pena que no sean las cinco!. Pero, da igual, lo tomaremos de todas formas.
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