El Doctor Flick, nuestro amigo paleontólogo que conocimos la semana pasada, ya nos enseñó que sabemos de la existencia de los dinos gracias a los fósiles.
Nos hemos puesto a investigar sobre esto y hemos aprendido mucho.
Por un lado, está claro que había dinosaurios de dos patas, que se llaman bípedos, y de cuatro patas, que se llaman cuadrípedos.
Además, si nos fijamos bien, nos damos cuenta de que algunos tienen uñas y otros no. Eso es porque los que tienen uñas son carnívoros cazadores que necesitan las uñas para pillar a sus presas. Sin embargo, los que tienen deditos redondos son herbívoros y para coger hojas o plantas no necesitan uñas.
El tamaño también es muy llamativo.
Es difícil hacerse una idea de lo grande o lo pequeño que podía ser un dino. Las huellas de los carteles ayudan un poco.
Pero lo que realmente nos ha ayudado a saber lo grandísimo que podía ser un rex es comparando nuestras huellas de los pies con la de él.
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