Esta semana, Daniela nos ha sorprendido con un regalito para la clase. Se trata de un bote con renacuajos que ha cogido con su familia cuando iba de paseíto por la marisma.
Ha despertado todo tipo de expectación, preguntas, dudas... Ha sido una maravilla ver cómo una cosita tan pequeña ha despertado tanta curiosidad.
Así que, me he arriesgado un poco y les he contado, como si de un cuento se tratara, la historia de la evolución desde que apareció la primera célula hasta que llegamos a las personas.
Me encantó ver cómo mis niños y mis niñas no pestañeaban durante el largo rato que duró la historia de nuestro primer bichito acuático que llamamos Pepe. Entendieron perfectamente cómo Pepe iba pasando de acuático a anfibio (como los renacuajos de Daniela), luego a reptiles (como los dinosaurios) y luego a todo tipo de animales como mamíferos o aves.
Sí, todas esas palabras se dijeron en clase y lo entendían muy bien. Sólo tuve que ponerle un poco de imaginación y unas cuantas fotos en el ordenador.
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