Juego motor, el viaje a Egipto

En esta ocasión comienza nuestro viaje sin maleta.

Hemos visto en los dibujos animados que Willy Fog ha viajado hasta Suez en un barco de vapor pero con muchas velas. En este viaje, mis niños y niñas son viajeros y barcos al mismo tiempo.

¡Tod@s en el puerto preparad@s para zarpaaaar!

¡Velas extendidaaaas!

Soplamos poco a poco nuestra vela y vamos saliendo del puerto hasta alta mar donde el viento del día de hoy nos a empujado tanto que el barco corría y corría hasta llevarnos al patio del recreo.

Cuanto tiempo hemos disfrutado con el viento que nos llevaba de un lado a otro y a otro y a otro...

Pero, ¡atención! nos acercamos a Suez y tenemos que entrar ¿por? (les enseño la foto y mis niñ@s se acuerdan del video de que se trata del río Nilo, que no es más que el pasillo delante de las escaleras).

Entremos por el río despacio, soplando suavemente y vayamos mirando por las orillas...¿qué podemos ver?

Caminamos como el cocodrilo hasta que se va,

Nadamos como el hipopótamo hasta que se sumerge,

Saludamos a las personas que van en la faluca,

Y por fin llegamos a puerto (gimnasio). Nos bajamos del barco y empieza a hacer mucha mucha calor, ¿qué ha pasado?

¡Que estamos en el desierto! Menos mal que tenemos camellos y dromedarios para salir de aquí porque nos morimos de sed si tenemos que seguir andando y andando...

¿Qué vemos a lo lejos?

¡Pirámides! nos acercaremos despacito para no estropear las piedras que son muy antiguas. Cuando entramos hay antorchas y luces encendidas y todo está lleno de dibujos extraños y figuras de barro. Al final del pasillo está ¡la momia!, la momia Olivia.

En su sarcófago tenía escrito en letras egipcias la siguiente inscripción: "soy la momia Olivia y me encantaba reir. Todo aquel que se acerque tiene que reirse mucho mucho"...

Ahora cada uno de mis niños y niñas es una momia diferente y cada uno elige lo que quiere que hagan los visitantes.

Ya saliendo de la pirámide hemos visto esto:

Es una esfinge, un león con cara de faraón y lo hemos imitado genial.

Lo hemos pasado estupendamente y lo mejor es que ya no nos da miedo de las momias porque ya sabemos que son como muñecos muy feos que se quedan quietos y no se mueven NUNCA.

Incluso las hemos tocado.