A pesar de todo lo vivido durante estos días y todas las experiencias que hemos tenido acerca del miedo, no es malo tener miedo, incluso es necesario tenerlo como forma de estar alerta ante los peligros. Pero lo que sí es necesario es superarlos.
Mis niños y niñas me han ido contando lo que ell@s hacen cuando no quieren tener miedo:
- Pedir ayuda
- Abrazar a alguien
- Abrazar un peluche...
En el cole podemos intentar otras maneras. Se me ocurren dos.
La primera es cantar. Como dice el dicho: "El que canta su mal espanta"
Podemos cantar cualquier cosilla pero estas dos son especiales.
¡QUÉ MIEDO! (picar)
Y la segunda es pedirle a Mon que se convierta en el dragón comemiedos y se deshaga de los que tenemos y hemos dibujado en casa.
Parece que ha funcionado porque Adrián nos ha traído de casa un dragón y no le da nada nada de miedo.
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